Ayer, una vez terminado mi taller de cuentacuentos en la biblioteca las columnas, en Triana. Recogí todos mis bártulos y puse rumbo a mis pies hacia la librería la extravagante, en la Alameda.
Iba yo por el camino mas contenta que unas pascuas cuando de repente me sorprendió una lluvia juguetona y maleducada que sin avisar me puso mi look empapado. Ainsss, mis pies se movían a una velocidad que si Edison viviese, la velocidad de la luz se quedaría en pañales.
Llegado a mi destino, respiré hondo, y dando gracias porque "Murfi" no apareció mas por allí.
Sentadita en mi silla y cuál esponja empecé a procesar toda la información que
Fran Pintadera muy gustoso nos iba contando sobre los álbumes ilustrado. Sus autores e ilustradores. Impresionante él, maravillada por su capacidad de narrador nato. Demuestra una alegría y una forma informal de narrar que atrae a grandes y pequeños.
Fran Pintadera muy gustoso nos iba contando sobre los álbumes ilustrado. Sus autores e ilustradores. Impresionante él, maravillada por su capacidad de narrador nato. Demuestra una alegría y una forma informal de narrar que atrae a grandes y pequeños.
Terminamos agrupándonos por parejas y trabajando un cuento sin texto. Mis nervios me pasaron una cuenta al final en forma de grandes ríos de sudor que corrían a sus anchas. Al final, como siempre salen cosas muy buenas. La exposición de todos los trabajos nos enriqueció muchísimo y pasamos una noche agradable.
...Y colorín colorado esta historia se ha terminado...
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