martes, 8 de noviembre de 2016

"Un regalo sorprendente"

¡Buenos días amigos y amigas amantes de los cuentos!
Para contar esta historia me voy a remontar a la noche en blanco en Sevilla. Ya sabéis que esa noche hay muchas actividades, que el cierre de tiendas, museos, es más tarde de lo habitual.
Pues nosotros, la familia cuentera al completo fuimos a la caza de libros y mira por donde cada vez que nos interesaba alguno ya lo habían cogido. Una noche.. de aquí para allá.
Por fin más relajados y haciendo cola para entrar en el museo de Bellas Artes de Sevilla. Colocan en el chat que han soltado un libro en la plaza del museo. Allá que salieron mis peques y mi marido a por él. Lo consiguieron, felices y contentos vinieron a la cola diciendo: ¡Lo hemos cazado! ¡Lo hemos cazado! 
Las parejas de atrás mía comentaban, por Dios, esto de los pokémon cada vez esta dejando a la gente mas tonta. Ni les hice caso. Otra cosa no, pero en casa somos de inteligentes para arriba, jajaja
Muertos se quedaron cuando mi peque abrió el libro y comenzó a leer a eso de las 22:30 de la noche mientras esperábamos la cola.


Llegamos por fin a entrar en el museo. Aquí tengo que decir que nosotros somos visitantes cansinos de este edificio cultural. Desde que Emma tenía 18 meses, yo la llevaba prácticamente dos veces por semana para verlo. A ella el arte, la pintura y la majestuosidad del sitio le fascinan.

Pues allí estábamos, visitando las sala con la música de fondo de varios artistas. Sinceramente un halo mágico te envuelve. No se puede apreciar bien el arte con tanta gente y tanto ruido pero tiene algo especial.
De repente, mi niña, ésta, que no pasa ni un solo día sin dibujar.  Se da cuenta que no muy lejos de ella hay una sala en la cuál se está restaurando un cuadro. Una habitación cerrada, pero con ventanas. El problema es que está lleno de personas adultas. Ella ni corta ni perezosa se mete entre los adultos pidiendo permiso. Nosotros nos quedamos bastantes metros atrás. De repente vemos como un cámara de televisión (imagino) se va acercando a ella. Y se abre un grupo de gente hacia nosotros. ¡Ay madre! gente en traje de chaqueta y la cámara... ¿Dónde se ha metido Emma? ...
Vemos de espalda hacia nosotros a nuestra hija y a una señora rodeada de señores que hablan con mi peque. Pensamos, será gente del museo. 
En unos segundos, ese grupo se acerca a nosotros y entre ella mi hija.
La señora nos comenta a mi marido y a mi que está encantada con la conversación que ha mantenido con Emma. Que le ha sorprendido sobremanera lo apasionada que es con el arte. Nos hace varias pregunta sobre nuestra hija y le sorprende que ella tenga 8 años.
Yo, que estoy muy pez en el mundo televisivo, pero sí sé los nombres de las personas que ocupan sillones en mi ciudad, en mi comunidad y en mi país... y más allá...
No tengo ni pajorera idea de quienes son estas personas. Mi marido que me mira con esos ojitos queriéndome decir... No tienes ni idea de quienes son ¿verdad? y yo le contesto con mis ojitos... ¿personas? Una amplia sonrisa se hace en el rostro de mi marido y pienso...he acertado, jajajaja
Así que de persona a persona, mantuvimos una cortita pero agradable charla en la cuál la señora me pidió mi teléfono para hacerle llegar a Emma un libro sobre la historia del Museo y sus cuadros.
Allí que le entrego mi tarjeta y nos despedimos.

Nada más salir mi marido que me conoce muy bien, va y me dice... Esas PERSONAS eran el alcalde de esta ciudad, el director del museo y sus allegados y la Consejera de Cultura. 
¡¡Anda!! ¿vez? Le digo a mi marido, hace muchos años esto no hubiera pasado, tendrían que habernos presentado y así yo sabría quienes eran.           
Sólo me ronda una pregunta en mi cabeza mientras veo que mi marido sigue con su discurso...¡Vaya tela! ahora Emma se quedará sin regalo, seguro que no se acuerdan. No es por nada pero ponerte un caramelo en la boca y que después te lo quiten no es plato de buen gusto y menos para una niña.


Me equivoqué, hace unos días le llegó un sobre de correos con libros sobre la historia del museo y un cuaderno super-chulo para ir anotando y acercando la pintura a los más pequeños.
Y no solo eso, una carta escrita del puño y letra de Rosa Aguilar, felicitándola y diciéndole que quedó encantada con ella y con su charla. Que se alegra que apostara por la cultura con lo pequeña que era. Y otras cosas que a mi hija y a nosotros nos encantó leer. 

Sorpresa que se llevó al llegar del colegio y ver un sobre para ella.
Aquí os dejo la foto del regalo.



Mil gracias a Rosa Aguilar por sus bellísimas palabras hacia nuestra hija. Que no quepa la menor duda de que ella le sacará el mayor partido a los libros regalados.

¡Una mamá feliz!

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