jueves, 30 de marzo de 2017

"Homenaje a Miguel Hernández, el poeta del pueblo"

¡Buenos días amigos y amigas amantes de los cuentos!

Cuando me llaman y me proponen contar cuentos, nunca me lo pienso, es su SI rotundo. Nunca me paro a pensar antes o a preguntar cuál será el tema.

Pues esta es de esas veces que te llama una persona, amiga y apasionada de la literatura al igual que yo y empieza a hablar. 
- ¡Hola Pilar! ¿Que te parece contar la vida de Miguel Hernández? -pregunta Eva.
- ¡Genial! -digo yo. 
Comenzamos a hablar y cuando todo queda zanjado me dice: 
será en la tregua a las 21:00 horas. 
-¿Perdona, por la noche? - digo yo muy asustada.
- Si, si para público adulto. - Contesta ella. __________________________________________________________________________________________________________________
(mutismo absoluto, pausa larga y respiración acelerada)

-¡Ah! no, no te había entendido, no cuento para adultos. - explico yo.
- ¡Anda mujer que no se diga! - responde ella divertida.
Y así nos ensalzamos en un diálogo de promoción interna psicológica. 
¿Quién gano? ella, ustedes amigos y amigas no habéis escuchado a Eva hablar jajajaja

Vamos que dije que sí antes de saber nada y después no pude echarme atrás.

Así fue más o menos todo. Ella contenta, yo sin pegar ojo en toda la noche y además tenía que contar la vida de Miguel Hernández, con lo feliz, bonita  y placentera que había sido.

Señores y señoras, otra cosa no, pero a profesional no me gana nadie,jijijiji😁

Le doy vueltas y vueltas al tema durante días, hasta que por fin encuentro una salida.
Llamo a una editorial muy amiga y le propongo la idea, ella encantada me engancha más aún si cabe. Palabras de refuerzo positivo me llegan a través del hilo telefónico. No hay marcha atrás.

Ya tenía historia que contar, atrezzos que colocar, imágenes, música y mi  YO a flor de piel.


Y un cartel impresionante :



Llega el gran día...
Palabras que me regala el Principito
no cabía ni un alfiler en la Tregua copas-café-música, una nube de palabras se formaban encima de las cabezas de las personas allí concentradas. 
De repente una música suena, Federico Mompou, suave; tierna; mágica, que me envuelve. Me dejo llevar. Comienzo a contar. 
Mientras, la vida de Miguel Hernández es proyectada en 48 estampas.

Un silencio inunda los oídos de los presentes, siento como mis sentidos se acoplan a la contada, el ritmo de mi voz pausada al principio, va ganando a los latidos de mi corazón. 



Veo caras, muchos ojos puestos en mi, veo como me voy ganando poco a poco al público, me relajo, recito, cuento y me emociono.
Terminada la vida de Miguel Hernández, se crea un silencio, me levanto y comienzan aplaudir. Impresionante, gratificante, no sé como explicar lo que acababa de ocurrir. 
Estoy acostumbrada a contar para público familiar, que te miman antes y después, pero no me esperaba lo que viví. Muy agradecida y satisfecha.

Raúl Ferrer de la asociación La Dákira, sube al escenario, me presenta, pero un grupo de personas captan mi atención detrás de mi, oigo que dicen: Los vellos de punta, ¡cuánta pasión ha puesto! que voz más dulce... y ahí desconecté. Quería quedarme con esas palabras de personas que no me conocen, que nunca me han escuchado... y que sin saberlo me las regalaron.


Sigue la noche, nos metemos en profundidad en la vida de Miguel Hernández con el debate coloquio de: Felipe Alcaraz, Juan Clemente, Antonio Miguel Morales. Brillante sus aportaciones y comentarios. 


Al terminar, nos deleitaron Dani y Lupe con los poemas musicados, una voz tierna, grata y la música va llegando a nuestros oídos, nos cautivaron con ella. ¡Ay esas canciones de Joaquín Sabina! no hubo mejor broche para este homenaje que esa poesía cantada.


Mil gracias a la asociación la Dákira (Eva y Raúl) por contar conmigo, por creer en mi y apostar por algo diferente.

Gracias Asución Carracedo, de la editorial Amigos de papel, Por su apoyo incondicional, por su pasión por la poesía y confiarme uno de sus proyectos "Miguel Hernández en 48 estampas" de Pedro Villar Sánchez y Pedro Villarejo. Gracias por tus maravillosas palabras telefónicas.

A la Tregua por mimarme mientras contaba y tener el micro en sintonía con la música y las fotografías a modo de cordel.

A mis mamás, fan de las contadas en un viernes de cuento, que al igual que yo estaban disfrutando de la noche. Y a mi mayor fan, mi marido, mira por donde tuvimos una noche libre 😊

Al público en general, que me lleno de elogios tras el homenaje.  Muchos alabanzas llegaron a mis oídos, pero me quedo con la de estos señores que me hicieron volar. 
Un señor se acercó a mi y me dijo que había puesto alegría a la vida de Miguel Hernández y eso, era muy difícil. 
Otro me dijo que no sabía si hacerme la ola en vertical o en horizontal... 
¡Feliz, feliz y feliz!

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