¡Buenos días amigos y amigas amantes de los cuentos!
Cuando me llaman y me proponen contar cuentos, nunca me lo pienso, es su SI rotundo. Nunca me paro a pensar antes o a preguntar cuál será el tema.
Pues esta es de esas veces que te llama una persona, amiga y apasionada de la literatura al igual que yo y empieza a hablar.
- ¡Hola Pilar! ¿Que te parece contar la vida de Miguel Hernández? -pregunta Eva.
- ¡Genial! -digo yo.
Comenzamos a hablar y cuando todo queda zanjado me dice:
será en la tregua a las 21:00 horas.
-¿Perdona, por la noche? - digo yo muy asustada.
- Si, si para público adulto. - Contesta ella. __________________________________________________________________________________________________________________
(mutismo absoluto, pausa larga y respiración acelerada)
-¡Ah! no, no te había entendido, no cuento para adultos. - explico yo.
- ¡Anda mujer que no se diga! - responde ella divertida.
Y así nos ensalzamos en un diálogo de promoción interna psicológica.
¿Quién gano? ella, ustedes amigos y amigas no habéis escuchado a Eva hablar jajajaja
Vamos que dije que sí antes de saber nada y después no pude echarme atrás.
Así fue más o menos todo. Ella contenta, yo sin pegar ojo en toda la noche y además tenía que contar la vida de Miguel Hernández, con lo feliz, bonita y placentera que había sido.
Señores y señoras, otra cosa no, pero a profesional no me gana nadie,jijijiji😁
Le doy vueltas y vueltas al tema durante días, hasta que por fin encuentro una salida.
Llamo a una editorial muy amiga y le propongo la idea, ella encantada me engancha más aún si cabe. Palabras de refuerzo positivo me llegan a través del hilo telefónico. No hay marcha atrás.
Ya tenía historia que contar, atrezzos que colocar, imágenes, música y mi YO a flor de piel.
Y un cartel impresionante :
Llega el gran día...
no cabía ni un alfiler en la Tregua copas-café-música, una nube de palabras se formaban encima de las cabezas de las personas allí concentradas.
De repente una música suena, Federico Mompou, suave; tierna; mágica, que me envuelve. Me dejo llevar. Comienzo a contar.
Mientras, la vida de Miguel Hernández es proyectada en 48 estampas.
Palabras que me regala el Principito |
De repente una música suena, Federico Mompou, suave; tierna; mágica, que me envuelve. Me dejo llevar. Comienzo a contar.
Mientras, la vida de Miguel Hernández es proyectada en 48 estampas.
Un silencio inunda los oídos de los presentes, siento como mis sentidos se acoplan a la contada, el ritmo de mi voz pausada al principio, va ganando a los latidos de mi corazón.
Veo caras, muchos ojos puestos en mi, veo como me voy ganando poco a poco al público, me relajo, recito, cuento y me emociono.
Terminada la vida de Miguel Hernández, se crea un silencio, me levanto y comienzan aplaudir. Impresionante, gratificante, no sé como explicar lo que acababa de ocurrir.
Estoy acostumbrada a contar para público familiar, que te miman antes y después, pero no me esperaba lo que viví. Muy agradecida y satisfecha.
Estoy acostumbrada a contar para público familiar, que te miman antes y después, pero no me esperaba lo que viví. Muy agradecida y satisfecha.
Raúl Ferrer de la asociación La Dákira, sube al escenario, me presenta, pero un grupo de personas captan mi atención detrás de mi, oigo que dicen: Los vellos de punta, ¡cuánta pasión ha puesto! que voz más dulce... y ahí desconecté. Quería quedarme con esas palabras de personas que no me conocen, que nunca me han escuchado... y que sin saberlo me las regalaron.
Sigue la noche, nos metemos en profundidad en la vida de Miguel Hernández con el debate coloquio de: Felipe Alcaraz, Juan Clemente, Antonio Miguel Morales. Brillante sus aportaciones y comentarios.
Al terminar, nos deleitaron Dani y Lupe con los poemas musicados, una voz tierna, grata y la música va llegando a nuestros oídos, nos cautivaron con ella. ¡Ay esas canciones de Joaquín Sabina! no hubo mejor broche para este homenaje que esa poesía cantada.
Mil gracias a la asociación la Dákira (Eva y Raúl) por contar conmigo, por creer en mi y apostar por algo diferente.
Gracias Asución Carracedo, de la editorial Amigos de papel, Por su apoyo incondicional, por su pasión por la poesía y confiarme uno de sus proyectos "Miguel Hernández en 48 estampas" de Pedro Villar Sánchez y Pedro Villarejo. Gracias por tus maravillosas palabras telefónicas.
A la Tregua por mimarme mientras contaba y tener el micro en sintonía con la música y las fotografías a modo de cordel.
A mis mamás, fan de las contadas en un viernes de cuento, que al igual que yo estaban disfrutando de la noche. Y a mi mayor fan, mi marido, mira por donde tuvimos una noche libre 😊
A mis mamás, fan de las contadas en un viernes de cuento, que al igual que yo estaban disfrutando de la noche. Y a mi mayor fan, mi marido, mira por donde tuvimos una noche libre 😊
Al público en general, que me lleno de elogios tras el homenaje. Muchos alabanzas llegaron a mis oídos, pero me quedo con la de estos señores que me hicieron volar.
Un señor se acercó a mi y me dijo que había puesto alegría a la vida de Miguel Hernández y eso, era muy difícil.
Otro me dijo que no sabía si hacerme la ola en vertical o en horizontal...
¡Feliz, feliz y feliz!
Un señor se acercó a mi y me dijo que había puesto alegría a la vida de Miguel Hernández y eso, era muy difícil.
Otro me dijo que no sabía si hacerme la ola en vertical o en horizontal...
¡Feliz, feliz y feliz!
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